Esta obra nos dejó con mal sabor de boca porque tenía mensajes que no son los que la sociedad actual educa. Los títeres se pegaban continuamente (entre ellos y ellos contra los muebles con fuerza y los niños se asustaban porque era tan fuerte que sólo cabía deducir que se había hecho daño). En todas las escenas donde había desacuerdo entre los personajes, lo resolvían a golpes y con un “tonto”. Esto por suerte se notó que no gustó al público porque los niños lo criticaban en voz alta y los padres obviamente también. Esto no es gracioso, no es chiste hacer daño y tampoco son mensajes que deban llevarse niños de 2-5 años. Siempre que hemos ido a las obras han estado geniales y nos encanta, pero esta no nos ha gustado por este motivo. Hay que actualizar los mensajes porque esto hace 20 años era normal pero afortunadamente ahora ya se sabe que el bullying y la violencia no se pueden permitir y se educa en que no se normalice ni llamar tonto a nadie ni pegar a los demás.

Mmmm

Creo que la obra és mas bien floja

Divertida, mi nieta sólo habla inglés y a pesar de eso se lo pasó muy bien, participó y no quería marchar